Al anticiparnos ha quedado la duda de si solo actuó en respuesta.
¿Y si esto funciona a la inversa?.
¿Qué tal si el que es en realidad malo nos trata amablemente porque nosotros nos portamos amables con el?.
¿Y qué tal si le damos más importancia a nuestra manera de comportarnos ante los demás que a nuestros prejuicios?, a ser siempre amables sin distinción, sin etiquetas.
Porque a veces solo nos permitimos obtener la cara de la gente como la imaginamos, no porque la conocemos.
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