El cambio se presenta en nuestra vida por naturaleza, y el modo de manejar las situaciones no puede seguir incluyendo la misma respuesta a la de la anterior situación, y es que cuando se produce un cambio este involucra nuevas estrategias, lo doloroso es precisamente ese proceso en el que el cambio sucede y aún no sabemos como responder ante el.
Cuando los cambios son personales la adaptación lleva un ritmo tolerable, el manejar un duelo, por ejemplo, depende de la introspección, de la comprensión del proceso de la vida. En los cambios que afectan de manera personal resolver los factores dependerá del hecho de observar, reflexionar y comprender.
Cuando los cambios son sociales, el sentimiento de vulnerabilidad es mayor, porque se sabe que a pesar de nuestra comprensión ante el problema y a pesar de nuestras acciones, se depende aún de la organización de los demás, pero existen respuestas efectivas cuando nos decidimos a expresar nuestro punto de vista de forma publica o cuando creamos grupos para promover la participación en conjunto, y aunque la solución a determinado problema social no se de por completo, el hecho de intentarlo reducirá considerablemente nuestro sentimiento de vulnerabilidad ante el.
Además no sabemos el efecto de nuestras acciones, es decir, podemos ser o no ser los creadores de una solución, y si no lo somos, por igual desconocemos si seremos o no uno de los peldaños que conducirán a ella.
Porque una de las cosas seguras en la vida es el cambio, y este siempre nos exigirá ser actores y no espectadores.
Ofelia Balderas Gallegos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario