sucede que la costumbre es engañosa,
más aún cuando lo único que se se ha hecho es cambiar la monotonía de los objetos,
pero no la proyección ante ellos.
La tristeza es tan ligera
que se puede perder en el desahogo fluido de unas letras,
cuando se ha dejado de observar solamente hacia afuera
y se comienzan a buscar en verdad a las sensaciones dentro.
No hay final cuando se puede comenzar siempre desde cero,
con las huellas elegidas de nuestra vida,
las que se han guardado por uno mismo,
porque el dolor y la felicidad son transitorios,
y no hay otro responsable de su presencia
más que aquel que se ve reflejado frente al espejo.
Ofelia Balderas Gallegos.
2 comentarios:
Llegar a tus letras es encontrar un soplo de brisa que nos empuja a seguir buscando algo nuevo en el espejo.
Un abrazo
hola Ofelia,
un escrito para reflexionar....
un saludo cordial^^
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