La soledad por momentos puede hacer estragos, nos pone a reflexionar sobre lo que hoy esta: ¿es poco?, ¿es mucho?... ¿vale la pena?, y no son preguntas sin respuestas, son preguntas que confrontan, que pueden resultar por igual incomodas, por lo menos al inicio, pero si al responderlas encontramos que tenemos paz, tranquilidad, estabilidad, entonces todo ha valido la pena.
Con el paso de los años uno va aprendiendo a ser más selectivo, se va aprendiendo que no se trata de convivir en cantidad, se trata de convivir con calidad.
Y no será la última vez que la soledad me haga estragos y que por ello recuerde que ya no estoy ahí, pero eso para mi no deja de ser una buena forma de reafirmar en donde sí estoy... y a donde quiero (voy a) llegar.
Ofelia
Publicado por primera vez en: http://ofebg.lacoctelera.net/post/2008/06/06/no-estoy-ahi
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