Se trata de aceptar nuestro pasado y nuestras acciones, lo hecho hecho está, ya no lo podemos corregir, pero hoy podemos actuar diferente, con seguridad encontraremos que nuestras acciones en ese recuerdo doloroso no nos funcionaron, entonces abandonar el recuerdo significará ofrecerle a nuestra vida respuestas diferentes.
El cambio donde se encuentra dolor se presentará cuando reconozcamos esa influencia de nosotros mismos en los recuerdos, lo que representaron y lo que hicimos a partir de ellos.
Abandonar no es olvidar, es dejar la carga y tomar la experiencia, abandonar es aceptar el pasado y reconocer nuestra actuación en el, ¿qué hicimos?, ¿qué haremos? y ¿qué no haremos otra vez?.
Cambiar nuestras respuestas es el nuevo comienzo, ¿y si nos volvemos a equivocar?... simple, volveremos a abandonar el recuerdo y volveremos a cambiar nuestras respuestas.
Ofelia Balderas Gallegos.
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