Adioses que se retrasan.

Hay adioses que se retrasan con el deseo de encontrar nuevos comienzos en las mismas circunstancias, pero esos adioses retrasados molestaran al no ser pronunciados... y se expresaran. Los actos no los ocultan pues los finales deben ser aceptados, al negarlos se manifestaran en incomodidades, pero si los aceptamos la vida nos dará otros comienzos, otras experiencias.

Si algo debe ser para nosotros se manifestará aunque se haya efectuado un adiós, lo que no debe ser por más que se intente no será más que un adiós retrasado.

Se debe decir adiós al dolor, a lo que provoca pérdidas, a lo que nos estresa y quita la paz, está en nosotros quitar de nuestra vida lo que no nos beneficia, está en nosotros dejar ir lo negativo, también está en nosotros aprender a reconocer y recibir lo positivo.

Ofelia