Toda situación de dolor es pasajera, pero toda situación de dolor encierra un mensaje de vida, al provocar un cambio inesperado y exigirnos una respuesta fuera de nuestra realidad actual nos mostrará un mundo en el que sí somos vulnerables pero también responsables.
No somos un producto de nuestras circunstancias, somos un resultado de nuestras acciones, y el cambio doloroso exigirá acción, aprendizaje y fe.
Todo es pasajero, cualquier momento por malo que parezca pasará, pero el recuerdo y nuestra interpretación no son pasajeros.
Que el recuerdo involucre acción positiva y aprendizaje, que nuestra interpretación involucre responsabilidad y fe.
Ofelia Balderas Gallegos.
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