Lo que callamos.

Lo que se callamos se expresa en nuestro cuerpo, el dolor del alma se traspasa, las emociones se representan en nuestro exterior y la percepción se convierte en vivir el malestar de lo que se calla.

Pero el arte tiene el poder de transformar el dolor, de ayudar al autor a comprenderse.

Con el arte se encuentra la mejor salida para los silencios, el alma habla y el silencio no existe más.

El arte alivia, el arte no limita, el arte convierte los silencios en algo subjetivo, significativo para el creador.

El resultado puede incomodar de la misma forma que liberar, pero no hay silencio que no encuentre la forma de exteriorizarse... y es mejor que sea por medio de un papel.

Ofelia