La felicidad no es más que encontrarse a uno mismo dentro del juego de la vida y jugar su juego, no hay una fórmula, hay muchas, no hay una regla, hay muchas. Pero hay un punto como en cualquier juego en el que se comprende todo, se comprenden las direcciones, o tal vez solo comprendemos nuestra dirección, pero hay un punto de mira, que también podría ser un punto muy sencillo:
Una meta conocida acompañada de una sonrisa para continuar por la vida, y aceptar su destino natural.
Meta que se construye poco a poco dentro de la existencia de un infinito hoy, del día a día, y sin presiones decidirse a enfocarse en la vida por momentos, entonces se descubre que es hermosa y sencilla, que no se necesita de mucho, tampoco de poco, solo de lo que está... solo de vivirla.
Ofelia Balderas Gallegos.
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