¿Será que ya aprendimos cada uno lo que teníamos que aprender del otro?... irónico, que después de todo nos esté resultando tan difícil decirnos adiós, aunque como muchas cosas nuestras, es algo que se intuye.
No hay nada ya, bien lo sabemos, y si queremos podemos recordar lo que fue, o podemos pretender que ni siquiera nos conocimos, será nuestra elección, lo que nos sea más útil, pero sobre todo lo que nos sea más sano...
Quien diría que lo que callábamos a los demás y reservábamos para nuestras charlas, terminaría en un aprender a reservarnos a nosotros mismos.
Ofelia
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