Y es que ese consejo aunque parezca sencillo o demasiado básico, encierra cosas complicadas, como inseguridades no reconocidas o percepciones asumidas, lo sé porque más de una vez en mi vida he tenido que ponerme frente al espejo y aceptar que soy la única que puede hacer realmente algo por mi, por las situaciones que se me presenten y busque cambiar. Es difícil por el hecho de saberse responsable de las situaciones, que las cosas pasan, pues si, claro que pasan, pero nosotros decidimos actuar o inmovilizarnos.
La vida bien nos puede llevar a su antojo y podemos culparla, podemos culpar incluso a quienes nos rodearon e "influyeron" en nuestras ideas, podemos decir que nuestra historia ya esta escrita, pero cuando hacemos eso, esperamos todo de los demás y tristemente muy poco o nada de nosotros.
Es un hecho que el contexto tiene mucho que ver con esas dudas personales sobre nuestras capacidades, porque alguien dijo no puedes y se decidió creerle, o porque alguien dijo eso es imposible, se decidió creerle y se convirtió en imposible, pero porque no decirse a uno mismo "voy a seguir intentándolo, vale la pena porque creo en mi".
Los fracasos, no tienen que ver con lo no conseguido, sino con aquello imaginado y no intentado.
Hay que tener fe, dejar de lado esas inseguridades y percepciones, que a los ojos de los demás somos toda una construcción, con etiquetas y todo, podemos jugar con ese papel en la vida y no molestarnos por vernos hacia dentro, lo que se imagine o diga sobre nuestra persona no es ni la mitad de lo que realmente hay, pero hay que asumir... asumir esa responsabilidad de autoconocerse, entender esos miedos y darse una palmadita mental para continuar...
Porque nuevos días vendrán con los mismos problemas y pueden pasar muchos días así, o permitirse que todo cambie y ante la necesidad de pensarse capaz, encontrar la posibilidad de ser capaz.
Ofelia
No hay comentarios:
Publicar un comentario